Crecen flores en la tripa. Ahí donde no alcanza la lluvia, donde la luz es pálida y llora el abedul salvaje. Crecen flores en tu tripa, en el revés de tu cuerpo, lejos del tacto de la crueldad del mundo.

6 comentarios:

Almudena Vega dijo...

me da miedo leerte. es como leerme a mi misma sin recordarme. como si supieses que lo he escrito yo pero sabiendo que yo no he sido.

Emily dijo...

Crecen para alcanzar esa crueldad.

Estíbaliz Durkheim dijo...

La destrucción es también una forma de creación. :) Genial poema.

Juan A. dijo...

Y es tan delicioso leerte.

muesli. dijo...

Preciosa, palabra tras palabra.

Amanecer Nocturno dijo...

Crecen dónde nadie pueda verlas. Entonces, ¿existen?