Duerme en la cama, esta mujer nuestra, esta desconocida que a veces
nos observa. A través del velo de los sueños acaricia la cabeza del
enfermo, lo calma, acuna lentamente su cuerpo entumecido. Le llora
levemente, le habla, y él le devuelve la sonrisa, sonríe y calla, porque
la voz se le adormece con el sonido de la lluvia, es un hilo nada más
en este tiempo. La voz que
habita ahora en la memoria y que llega, pálida como el fantasma,
singularmente hermosa, hasta la mujer en estos días, en estas noches sin
luna en las que el sueño la posee como el amante, la tienta, la abraza.
(...)
3 comentarios:
Mujer, hermosa, poema...
bsos
Que bonito !
Muy bueno.
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